martes, 18 de octubre de 2011
VIVIR EN EL REINO REQUIERE FE
Todos sabemos que nacemos de nuevo por medio de la fe. El nuevo nacimiento por fe en la obra de nuestro Señor Jesucristo es algo indiscutible entre los cristianos, pero lo que no entiendo es por qué los cristianos, una vez que nacen de nuevo, continúan actuando como si no tuvieran fe.
Seguramente quienes dirigimos congregaciones cometemos el error de enseñar más lo que el cristiano debe abandonar en lugar de enseñarle qué debe hacer. Le enseñamos las reglas y las prohibiciones de la iglesia o la denominación antes que a vivir en gracia y por fe.
En el reino de Dios hay una serie de niveles para ser alcanzados por todos los seguidores de Cristo. Sin embargo, aquellos niveles son alcanzados por pocas personas. ¿Por qué? Simplemente por ignorancia. Jesús decía que la gente religiosa comete groseros errores por "ignorar las Escrituras y el poder de Dios" (Mateo 22:29). Es este tiempo también hay gente religiosa oponiéndose al obra de Dios poniendo como pretexto convicciones teológicas o posiciones doctrinales pero ignorando las Escrituras.
la Biblia habla de la fe no sólo para el nuevo nacimiento sino para todo momento de la vida. Pablo decía: "Por fe andamos, no por vista" (2 Corintios 5:7). No es cuestión de tener fe de vez en cuando sino siempre. Por la misma razón hablamos de la fe como un nivel a alcanzar y no sólo un recurso que podemos usar en algunas ocasiones.
En el reino no hay lugar para mentecatos (faltos de juicio o privados de la razón) que se mueven sólo por impulsos o emociones. Debe primar siempre la palabra de Dios en todos nuestros hechos, la fe viene por el oír la palabra de Dios (Romanos 10:17). las emociones son importante, pero, si ellas obnubilan la razón, perjudican el juicio, entonces nuestras conclusiones y decisiones serán, sin duda, equivocadas.
Para ser establecido en el nivel de la fe, debe haber en mi vida un correcto equilibrio entre razonar las Escrituras y creer a Dios.
Hay también quienes se llaman a si mismos teólogos o bíblicos o racionales, pero de tanto razonar y de tanta curiosidad han devenido en lectores de libros más que de la Biblia, y de sus comentarios fluye más la incredulidad que la fe. No todos son así, pero hay algunos incrédulos, entre los llamados teólogos, que deberían hacer un ayuno y buscar al Señor con humildad para pedirle que su Santo Espíritu les haga volver a la fe de su primer amor para creer lo que está prometido desde antes.
La fe viene por oír la palabra de Dios. La fe debe guiar la razón, pero no debe secar las emociones. Tanto la razón como las emociones son necesarias en la vida.
Una buena vida de fe nos dará nivel en el reino y equilibrio en todo lo que hagamos.
Hay muchos beneficios por alcanzar el nivel de fe pero hay espíritus que se oponen y tratan de impedir que lo logremos.
Si tienes mayor interés en este tema, te recomiendo el libro "ALCANZANDO NIVELES EN EL REINO", cuya portada aparece adjunta con este artículo.
viernes, 14 de octubre de 2011
EL FRUTO DEL REINO
Jesús dijo lo siguiente: "Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y dado a gente que produzca los frutos de él" (Mateo 21:43). En otro pasaje también habló del tema: "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado. Permanezcan en mí, y o permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. Yo son la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada" (Juan 15:1-5 NVI)¿A qué fruto se refería? Será importante entender responder esta pregunta para que sepamos cuál es el fruto que debemos llevar y estemos advertidos y preparados. Veamos otra porción bíblica: "Entonces les contó esta parábola: Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada. Así que le dijo al viñador: Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado nada. ¡Córtala! ¿para qué ha de ocupar terreno? Señor -le contestó el viñador-, déjala todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono. Así tal vez en adelante dé fruto; si no, córtela" (Lucas 13:6-9 NVI). A raíz de lo leído, pienso que el fruto a que se refiere Jesús son almas, más específicamente hijos espirituales. Si lo queremos decir de manera más apostólica, el fruto del reino son discípulos. Pronto estaremos frente al Señor para dar cuentas, así que te animo, querido hermano, a dar fruto haciendo discípulos. Recordando que hacer discípulos es mucho más que evangelizar, es formar.
martes, 11 de octubre de 2011
TAREA APOSTÓLICA PRINCIPAL

Los cambios que Dios ha traído a su pueblo con la restauración apostólica, han generado expectativas, oposiciones y algunas interrogantes. Quienes participamos de ella tenemos muchas expectativas sobre lo que va a suceder en los próximos años porque definitivamente hay mayor poder a disposición de los que creen. Quienes no participan de la restauración, por razones obvias se oponen a ella con argumentos teológicos y también magnificando todos los errores que cometen los apóstoles y profetas. Algunas interrogantes que se plantean entre quienes se abren a este mover de Dios son estas: ¿cuál es la tarea principal de los apóstoles? ¿cuál es la labor específica de los profetas? ¿cuál es el rol de los pastores en este mover de Dios? ¿qué diferencias hay entre la labor de apóstoles y evangelistas? ¿Si los apóstoles administran los misterios de Dios, qué hacen los maestros?.
Hoy queremos concentrarnos en el intento de dar respuesta a la primera de esas interrogantes: La tarea principal de los apóstoles.
Después de reflexionar por un buen tiempo acerca de esta interrogante, he llegado a la conclusión que la tarea principal de un apóstol es hacer discípulos. Cuando Jesús recibió toda la autoridad en el cielo y en la tierra, entonces envió a sus discípulos a hacer discípulos (Mateo 28:18-20).
Realizar conferencias, plantar iglesias, hacer campañas y muchas otras actividades más son importantes pero secundarias y la mayoría de ellas accesorias a la tarea de discipular. Por mucho tiempo se dijo que la principal tarea de la iglesia era predicar el evangelio, dando por sentado que todos tienen la obligación de hacer lo mismo. La restauración apostólica nos ha planteado otra forma de ver este tema: Toda persona necesita formación y sólo los que son formados y aprobados son enviados a hacer la tarea. En otras palabras, se requiere ser enviado, actuando con autoridad delegada,para ser respaldado por Dios. No formamos nuestro propio pueblo sino el pueblo de Dios.
El mayor mal que hay en la tierra es la rebelión. La gente tiene muchos problemas para reconocer autoridad y sujetarse a ella. Antes de la venida de Jesús, debe haber un pueblo bien dispuesto. Sólo puede haber un pueblo preparado cuando se establece una relación espiritual de padres e hijos, según lo que se puede colegir de Malaquías 4:5-6 y Lucas 1:17.
Ante este panorama, que ya está profetizado en 2 Timoteo 3:1-5, el Señor ha dispuesto que la relación del discipulado sea una relación paterno filial, es decir de padres a hijos. El Señor viene por una familia. No viene por muchas sino por una familia en donde hay padres e hijos en una sucesión constante y espiritual.
martes, 28 de junio de 2011
¿Qué es Restauración Apostólica?
Es el tiempo señalado por Dios para la restauración de todas las cosas. Me viene a la memoria las palabras de Víctor Hugo, que se leen a menudo en esos libritos o folletos de pensamientos célebres: “Hay algo más poderoso que todos los ejércitos del mundo, y eso es una idea cuyo momento ha llegado”. En este caso no es una idea, pero es el tiempo de la restauración y nada la va a detener.
¿Por qué le llamamos restauración? Simplemente porque antes, (léase los últimos siglos de la era cristiana) no ha estado operativo. Tal vez porque la iglesia había abandonado dichas verdades, o más bien habían sido descuidados con el pretexto de que los ministerios de apóstol y de profeta habían cesado cuando se completó de escribir la Biblia. Es lamentable que por la mala interpretación de 1 Corintios 13:8, se haya perdido tanto en tanto tiempo.
Al tiempo presente, Dios viene efectuando un cambio de actitud en su iglesia, preparando "un pueblo bien dispuesto" (Lucas 1:17), de modo que nos hemos dado cuenta que la democracia, gobierno del pueblo, en la iglesia no es lo que estableció el Señor, sino la teocracia, gobierno de Dios, por medio de sus autoridades establecidas. Asimismo hemos entendido que Jesús formó apóstoles, la iglesia comenzó con apóstoles y recibirá al Señor con apóstoles.
Hay mucho más por aprender respecto de la restauración apostólica. Uno de los libros que puede ayudarte es el que titula "Restauración Apostólica, la jugada final". Si tienes interés en conseguirlo, deja tu comentario y te estaremos contestando.
martes, 27 de julio de 2010
Descubriendo el Reino
En los últimos tiempos se ha hablado mucho acerca del Reino de Dios. Pero ¿se habrá entendido realmente cómo funciona el Reino y cuáles son sus principios? Por lo que se aprecia en la conducta y las palabras de los que hablan del Reino, parece que en realidad se han quedado en la orilla. Hay quienes del Reino sólo saben que a él se entra por el nuevo nacimiento, pero luego que entran siguen andando con los principios y valores que tenían antes de entrar, por tanto del Reino no saben casi nada. Otros conocen un poco más. Conocen que el soberano es Dios y que él gobierna todo, pero no se sujetan o no pueden sujetarse a él porque sus patrones de pensamiento y conducta son los que tenían antes de venir al Reino, sólo le han añadido un poco de religión. Conocer el Reino es moverse de acuerdo a sus principios y valores; es ver la realización de sueños y metas concebidas de acuerdo a la voluntad de Dios; es vencer al diablo en todas las áreas; es hacer el bien al prójimo; es hacer buen uso de los recursos, etc. Nos proponemos comentar más en otra entrega. Baste hacer una pregunta a nuestros queridos lectores. ¿Cuál es tu proyecto de vida? Proyecto de vida es lo que tu quieres ser y hacer con tu vida. Si sabes cuál es la respuesta a esta pregunta, te hago otra. ¿Qué lugar ocupa Dios en ese proyecto de vida? Si es otro lugar que el primero, realmente no entiendes nada del Reino de Dios.
Descubriendo el Reino
En los últimos tiempos se ha hablado mucho acerca del Reino de Dios. Pero ¿se habrá entendido realmente cómo funciona el Reino y cuáles son sus principios? Por lo que se aprecia en la conducta y las palabras de los que hablan del Reino, parece que en realidad se han quedado en la orilla. Hay quienes del Reino sólo saben que a él se entra por el nuevo nacimiento, pero luego que entran siguen andando con los principios y valores que tenían antes de entrar, por tanto del Reino no saben casi nada. Otros conocen un poco más. Conocen que el soberano es Dios y que él gobierna todo, pero no se sujetan o no pueden sujetarse a él porque sus patrones de pensamiento y conducta son los que tenían antes de venir al Reino, sólo le han añadido un poco de religión. Conocer el Reino es moverse de acuerdo a sus principios y valores; es ver la realización de sueños y metas concebidas de acuerdo a la voluntad de Dios; es vencer al diablo en todas las áreas; es hacer el bien al prójimo; es hacer buen uso de los recursos, etc. Nos proponemos comentar más en otra entrega. Baste hacer una pregunta a nuestros queridos lectores. ¿Cuál es tu proyecto de vida? Proyecto de vida es lo que tu quieres ser y hacer con tu vida. Si sabes cuál es la respuesta a esta pregunta, te hago otra. ¿Qué lugar ocupa Dios en ese proyecto de vida? Si es otro lugar que el primero, realmente no entiendes nada del Reino de Dios.
En cambio si has decidido vivir bajo la dirección del Espíritu Santo en todo cuanto hagas y digas, y los principios del Reino modelan tu conducta, entonces eres un bendito del Señor y el cielo aplaude tu obra y tu vida.
domingo, 18 de julio de 2010
Escuela de Profetas

La Comunidad Apostólica Templo Sion viene desarrollando una escuela de profetas con el deseo de formar una generación profética para los próximos cinco años. Las claves de esta formación son: aprender a interpretar sueños, interpretar visiones, oír la voz audible del Señor, adentrarse en la intercesión profética y ser activados en la oración por la sanidad de la gente.
Para facilitar la enseñanza en la Escuela de Profetas, hemos escrito un libro titulado "Profecía y Dones" que puede ayudar mucho en tu formación, aunque no seas alumno de la Escuela. Todo lo hacemos con el propósito de aportar ayuda a tantos hermanos que tienen el don de profecía y no saben como desarrollarlo.
Si tienes necesidad de conseguir el libro, escríbenos al correo siguiente: denisarana@hotmail.com y con gusto te diremos cómo puedes adquirirlo. Que tengas muchas bendiciones.
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